Nuestra Universidad en su proceso de transformación del currículum, desde el año 2005, se planteó como desafío definir un modelo educativo, que recogiera las aspiraciones de una mejor y pertinente formación para sus estudiantes, acorde con los desafíos del contexto y a las necesidades de desarrollo humano y profesional.
Este modelo educativo, propicia la formación integral de los y las estudiantes, considerando, a la par, su desarrollo personal y disciplinar. Para ello, propone un modelo de enseñanza y aprendizaje que forme en conocimientos, habilidades y actitudes.
La dimensión del desarrollo de la persona humana del o de la estudiante, este modelo, lo asume como el perfeccionamiento de capacidades, que le permiten el crecimiento humano, a través de la mejora de habilidades comunicativas, reflexivas y de responsabilidad personal y social. En tanto, la dimensión disciplinaria proporciona el perfeccionamiento de conocimientos y habilidades que favorezca la integración socio-laboral.
El Modelo Educativo declara al estudiante como el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje, considerando que la formación se dirige al conjunto de la persona, por lo que procura el desarrollo de todas sus dimensiones, como son las intelectuales, psicológicas y ético-morales. La concepción del estudiante que acompaña este proceso es de un ser social, producto y protagonista de las múltiples interacciones sociales que la persona enfrenta a lo largo de su vida educacional. En este sentido, desarrolla aprendizajes desde su experiencia marcada por contextos funcionales, significativos y auténticos, que posee capacidades y desarrolla competencias para aprender a solucionar problemas de la realidad.
El proceso de enseñanza y aprendizaje, comprende de manera sistémica e inclusiva, pues parte por reconocer a los actores claves como son el estudiante, el docente y a los funcionarios en su calidad colaboradores, que hacen posible su realización. Se articula sobre la base de tres ejes: el compromiso, la diversidad y la excelencia, a partir de los cuales se establecen los componentes claves de esta nueva forma de aprender. Pues, considera el contexto experiencial, los aprendizajes previos de los y las estudiantes, así como los conceptos teóricos y procedimentales, la investigación, la reflexión y la reconceptualización, la puesta en práctica del conocimiento y la evaluación del proceso y producto (M.E.UBB, 2008:22), que permiten el avance de competencias específicas para desarrollar la profesión, en términos técnico-laborales y, de carácter genéricas que aportan al a la formación integral y ciudadana.
Es destacable que este modelo contenga un conjunto de cinco competencias genéricas, que se deben desarrollar de manera transversal en el currículum de formación. Ellas son: disposición para el aprendizaje, la responsabilidad social, el trabajo colaborativo, la capacidad emprendedora y liderazgo y las capacidades para comunicarse adecuadamente.
Es quizás, la responsabilidad social una de las competencias que más distinguen la cultura educativa de nuestra universidad, esto tanto por las políticas institucionales como la sensibilidad social que caracteriza muy especialmente a nuestros (as) estudiantes. En esta competencia se espera que el egresado de la UBB “asuma un rol activo como ciudadano y profesional, comprometiéndose de manera responsable con su medio social, natural y cultural” (M.E.UBB, 2008:33).
Finalmente, el desarrollo de estas competencias, declaradas en el Modelo Educativo UBB, será posible en la medida que sean integradas de manera efectiva en el currículum de formación de cada carrera, de modo que no sólo queden en una mera afirmación institucional sino que sean el sello que distinga a nuestros (as) egresados (as).
Chile necesita de buenos y excelentes profesionales, pero no cabe duda que luego de esta gran e histórica movilización por la educación, necesitamos grandes ciudadanos con claridad política y compromiso social para que se desarrollen de manera plena y engrandezcan a esta patria que está en deuda con sus nuevas generaciones, en tanto no ofrezca una sociedad más justa y solidaria.
Dra. Fancy Castro Rubilar
Académica Dpto. Cs. De la Educación
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